1Volviendo al lado oscuro del que nunca debí salir, girando la cara hacia el lado oculto de la luna y entregándome de nuevo al frío acero de la indiferencia, subo el volumen de la indolencia, tirando por la borda todo lo superfluo y quedándome con lo básico, la maldad de la inocencia. 2 El ave fénix resurge de sus cenizas y genera otro monstruo, otro Leviatán de la red, pues no bastan dos troyanos para destruirme, un jarro de agua fría no puede inmutar a un diablo del mar, el hielo de los árticos se ha incrustado en mis poros y por mis venas ya no fluye la sangre, el corazón dejó de latir y no siento su sonido en el silencio de la oscuridad espectral... 3pero estoy vivo, me siento vivo en el féretro de este universo estéril, infecundo y maldito... 4 El mundo no conocerá mi ira pues solo le conferiré apatía, 5 la bestia dejó de hibernar, 6y aquellos que no fueron elegidos ignorarán aquello que no existe, aquello que nunca les pudo elegir porque en realidad no era más que un producto de la imaginación
Libro de la indiferencia.
Capitulo 1. versiculos 1 al 6.