Si los pecados capitales no son tales... ¿en que se convierten las virtudes que sirven para vencerlos?
Pues, en realidad, son otras cualidades humanas, que por sí misma no son virtudes salvo que reconsiderásemos una virtud el poder realizar cálculos matemáticos o escribir a máquina. Sin embargo, podría pasar que dichas "virtudes" se utilizasen para efectivamente combatir a los anteriores, convirtiéndose así entonces en lo que pretenden combatir.
Humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia... parece la lista de los renos de Santa... trueno, relámpago, juguetón, cupido, cometa, alegre, bailarín, acróbata y Rodolfo.
La humildad, cuando consiste en reconocer que solo se es nada o pecado no combate la soberbia... sino que solo puede servir para engordar los honorarios de un psicólogo.
La generosidad, dar con gusto de lo propio a los pobres y a quien los necesite, es una gran cualidad, salvo que se aplique con la intención de demostrar que se tiene más que quien no tiene o que se practique con la intención de evitar el remordimiento de haber obtenido lo que se tiene por malas artes... que por lo general implica quitar al pobre mas de lo que se le entrega.
La castidad para lograr el dominio de los apetitos sexuales, no es una virtud... por lo general es el día a día de muchas personas.
La templanza, moderación en el comer y el beber, no es una virtud... es simplemente saludable.
La caridad, desear hacer bien al prójimo, es prima hermana de la generosidad y se le aplica el mismo patrón.
Fue un tal Tomás de Aquino quien definió los pecados capitales " un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal”. Más la aplicación de las virtudes en otras religiones, llega a un fanatismo tal, que su uso para combatir a los supuestos pecados capitales, las convierte en un mero instrumento para alcanzar un bien "excesivamente deseable" como puede ser alcanzar el perdón de su Dios y lograr la gloria eterna... con lo que en ese uso, esas virtudes son, por definición, pecados capitales.
Pues, en realidad, son otras cualidades humanas, que por sí misma no son virtudes salvo que reconsiderásemos una virtud el poder realizar cálculos matemáticos o escribir a máquina. Sin embargo, podría pasar que dichas "virtudes" se utilizasen para efectivamente combatir a los anteriores, convirtiéndose así entonces en lo que pretenden combatir.
Humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia... parece la lista de los renos de Santa... trueno, relámpago, juguetón, cupido, cometa, alegre, bailarín, acróbata y Rodolfo.
La humildad, cuando consiste en reconocer que solo se es nada o pecado no combate la soberbia... sino que solo puede servir para engordar los honorarios de un psicólogo.
La generosidad, dar con gusto de lo propio a los pobres y a quien los necesite, es una gran cualidad, salvo que se aplique con la intención de demostrar que se tiene más que quien no tiene o que se practique con la intención de evitar el remordimiento de haber obtenido lo que se tiene por malas artes... que por lo general implica quitar al pobre mas de lo que se le entrega.
La castidad para lograr el dominio de los apetitos sexuales, no es una virtud... por lo general es el día a día de muchas personas.
La templanza, moderación en el comer y el beber, no es una virtud... es simplemente saludable.
La caridad, desear hacer bien al prójimo, es prima hermana de la generosidad y se le aplica el mismo patrón.
Fue un tal Tomás de Aquino quien definió los pecados capitales " un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal”. Más la aplicación de las virtudes en otras religiones, llega a un fanatismo tal, que su uso para combatir a los supuestos pecados capitales, las convierte en un mero instrumento para alcanzar un bien "excesivamente deseable" como puede ser alcanzar el perdón de su Dios y lograr la gloria eterna... con lo que en ese uso, esas virtudes son, por definición, pecados capitales.
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