Toda organización que se precie de serlo debe regirse por unos estatutos que en función de lo grande que sea dicha organización los acabamos llamando leyes o mandamientos. La secta, y bueno... todas las sectas que conocemos no podían ser distintas así que todas parten de unos mandamientos que se les supone de grado superior a las demás normas que existen.
La propia naturaleza laica o fundamentalista de los distintos gobiernos hace que dichos mandamientos sean fuente de derecho o no, así por ejemplo en los paises islámicos todo se rige por lo indicado en el Coran. La palabra de su profeta serían las leyes y los mandamientos sería su constitución. Pero también en los países cristianos... aunque solo se me ocurre un ejemplo es suficientemente grande como para que sea muy relevante. En Estados Unidos no existen unas leyes claramente definidas a las que acudir para resolver un conflicto jurídico, bueno, si existen... la carta magna y los diez mandamientos. Algo curioso para un país que se define a si mismo como pluricultural que alberga todas y cada una de las religiones que existe... eso sí, debes ser algo, debes pertenecer a uno de los grupos religiosos no se puede simplemente ser nada, no creer en nada o pasar de aquello en los que otros puedan creer. Se acepta antes el ateismo, al que entienden como una forma de religión contra la que se puede argumentar y discutir que el indiferente que piensa que no hay nada de eso y que le da igual si existe o no, pues nada cambiaría por el hecho de que exista o no.
Más curioso resulta después la mercantilización de la religión. Recientemente descubrí que en USA tenían un interesante debate sobre el hecho de que tienen en muchos edificios oficiales unos monumentos con los diez mandamientos que se podía interpretar como una injerencia de la religión en los asuntos civiles. Al margen de que dicha injerencia es evidente sin necesidad de tener un monumento que lo publicite... estos monumentos eran precisamente eso... publicidad... sí, sí, pero no de la religión como tal, sino de una Película... “Los diez mandamientos”, y de ahí que cuando salió esa pelicula, Cecil B. DeMille regaló esos monumentos...
Pero... ¿de donde vienen los 10 mandamientos? ¿Porqué lo son para casi todas las religiones?
Bueno, la segunda pregunta tiene una respuesta fácil, todas las religiones nacen un día determinado como respuesta, rectificación o cabreo frente a otra religión que ya existiera. Supongo que en tiempos del antiguo Egipto, entre tantas dioses dedicados a tantas cosas, alguien parió la primera simplificación y decidió pegarle el primer hachazo a la parafernalia creada con tantos sacerdotes viviendo del cuento, ya que los servidores de Horus, Thot, Queb. Hathor, Ibis, Osiris y otros tantos tenían que recibir los tributos correspondientes y habría sido significativamente más económico no tener tantos templos y ahorrar en curas. Abraham no debió triunfar en su empeño pero generó un número indeterminado de seguidores que pasados los años reescribirian su historia contando lo que les cuadraba más con lo que querían hacer, que vete a saber que era lo que pretendían, de hecho el pueblo de Israel como tal nace de uno de los nietos de ese Abraham por lo que el fundador de las tres principales religiones monoteistas en vigor 4000 años despues de su muerte no creo que llegara a saber en lo que se iba a convertir.
Ese Dios no debió afectar mucho a los Dioses existentes pero al mismo tiempo que nacía ese dios único, parte del conocimiento del antiguo Egipto migró a la Grecia Clásica, y con ello sus dioses. Como las inquietudes eran similares, los dioses también lo eran y así surgieron Zeus, Hera, Hermes, Atenea, Apolo... y Hades (siniestro hermano del primero).
Nuevamente, y con los dioses egipcios en plena decadencia, uno de aquellos a los que le llegó la historia de Abraham, lo volvió a intentar... y volvió a reinventar su propia religión, esta vez partiendo de un par de piedras en las que se grabaron los mandamientos que Diós grabó en lo alto de la montaña... con el tiempo reescribieron la historia diciendo que al bajar se encontró que la gente se había puesto a adorar al becerro de oro y que enfadado las rompió y tuvo que volver a subir para conseguir una copia... pero en realidad lo que pasó es que no les debió gustar demasiado y tuvo que volver a subir para rehacer alguna de las normas... ya se sabe... legislar es bastante difícil y cuando se alcanza un acuerdo que satisface a todas las partes, la norma no sirve para nada.
En cualquier caso se había iniciado la costumbre de dejar por escrito las normas que servían de guia para aquella incipiente religión. Más tarde, otros iluminados cogerían dichas normas y crearían otras religiones a las que dotarían de solera con el simple artificio de decir que la religión anterior es parte de la nueva, cogiendo sus mismos símbolos, fechas y normas y adecuándolos a las nuevas circunstancias.
Los libros de base son los mismos pero al final solo lo son en el nombre pues su contenido debió inspirar a George Orwell en su rebelión en la granja pues aquellos mandamientos son sistemáticamente manipulados para orientarlos a servicio de los cerdos que sí sabían leer a diferencia de la mayoría de sus seguidores.
A diferencia de lo que ocurre con la ciencia, en religión, las cosas escritas tienen más autenticidad cuanto más tiempo llevan escritas. En el momento de escribirlas podrían haber sido simples cuentos para niños, pero traducción tras traducción, transcripción tras transcripción, cada mano añadió lo que le vino en gana y cambió lo que no le gustaba. Esos cambios, con el tiempo ganaron solera y tantas generaciones de sacerdotes viviendo nuevamente del cuento se encargaron de difundir que aquello tan antiguo tenía que ser cierto por antiguo que no por cierto.
La mención a los mandamientos se produce en la biblia en Exodo y Deuteronomio como paso previo a lo que figura en el coran o en el nuevo testamento y es interesante ver que la compilación resultante de antiguo y nuevo testamento reune en un mismo libro dos versiones distintas de los mismos mandamientos. La primeras, más antiguas pero ya dispares, y las últimas, interpretaciones de las primeras pero que ahora mismo tienen la antigüedad suficiente para convertirse en las autenticas por aquello de la solera.
Curiosamente, ninguna de las piedras originales se custodia en ningún lugar por lo que es dificil saber, como con los mandamientos de la granja, que es lo que en realidad ponía en esas supuestas tablas divinas.
Lo gracioso es la discusión que hay sobre que es lo que ponía en cada tabla, y resulta que cada iluminado dice lo que le pasa por la cabeza... que si habían cinco en cada tabla (esto lo decía un tal Filón unos 20 años antes del nacimiento del cristianismo), que si tres y siete... (según San Agustín, 400 años después del mismo suceso... que no debía ser un genio de la lógica y las matemáticas) o si eran dos copias identicas (origen de los raid de los computadores modernos... si se rompe uno siempre queda el otro... a mi, particularmente, me gusta más esta última teoría).
Así que sin saber muy bien cuantos mandamientos había en cada tabla... si que saben exactamente que es lo que ponía... y no es exactamente lo que el mismo puñetero libro cuenta en sus primeros libros... total... ¿quien los va a leer?... entonces no creo que hubieran muchos que supieran leerlo del idioma en el que estuviera escrito, fuera el que fuera.
Claro que entonces no habían muchos que supieran leerlo, pero ya a Enrique VIII le tocaron las pelotas con aquello de no darle la nulidad en virtud de una norma que pocos podían leer y decidió sumarse al carro de los que lo habian traducido e interpretado y ordenó traducirlo al ingles de entonces para llegar a la conclusión de que todo era una farsa pero que era más fácil modelarla que destruirla... y nació otra religión...
Ahora, despues de todos los cambios que han introducido a la biblia, siguen debiendo confiar en que no leemos mucho porque las incongruencias no las han eliminado. De no hacerse ninguna escultura ni imagen de lo que hay arriba... derivamos a no tomarás el nombre de diós en vano... (judios y musulmantes siguen al pie de la letra lo de no hacer imagenes de dios... pero claro, si en el cristianismo hubieran hecho lo mismo, el negocio de las estampitas, la imaginería, los cricifijos y los frescos en las bóvedas de las iglesias no habría sido el mismo).
Sin embargo el que más me llama la atención es el último, ese que nos ha llegado a través de catecismos y confirmaciones con lo de no codiciaras los bienes ajenos, está originalmente escrito como “No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás su casa, su campo, su esclavo, su esclava, su buey, su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca. “
No habla de quitar nada... sino de desearlo... tela... porque ahora resulta que la revista “el mueble” debería ser quemada en la hoguera porque ver esas mansiones solo hacen que incitar a desear tener (codiciar) una casa como la que sale en la foto... el buey es el trabajo... así que no pretendas cambiar de trabajo a uno como el que tiene el vecino... ni un coche (asno) como el que sale en el anuncio... vamos... que ese mandamiento es una fabrica de futuros pecadores que deberán pagar un tributo para que dichos pecados sean perdonados.
En fin... sigo otro día que hoy ya me he pasado... si alguien ha leído hasta aquí le felicito.
Aún me queda pendiente la versión de los mandamientos del no elegido... porque las religiones no hay que destruirlas... solo hay que reinventarlas, como hicieron aquellos que decían que Dios tenia forma de albóndiga de espaguetis... (ahora... que vengan los creyentes y que demuestren que no existe... lo tienen chungo... porque como con el del la secta... es cuestión de fe, y ya veremos en que queda el pastafarismo dentro de 4000 años...)
(las fuentes... ayer vi un documental sobre los 10 mandamientos y algo de wiki... que tampoco estoy tan puesto en sectas, de todos modos si alguien no le convence lo que digo... que espere otros 4000 años... igual para entonces ya hay quien se forre a cuenta de lo que diga).
La propia naturaleza laica o fundamentalista de los distintos gobiernos hace que dichos mandamientos sean fuente de derecho o no, así por ejemplo en los paises islámicos todo se rige por lo indicado en el Coran. La palabra de su profeta serían las leyes y los mandamientos sería su constitución. Pero también en los países cristianos... aunque solo se me ocurre un ejemplo es suficientemente grande como para que sea muy relevante. En Estados Unidos no existen unas leyes claramente definidas a las que acudir para resolver un conflicto jurídico, bueno, si existen... la carta magna y los diez mandamientos. Algo curioso para un país que se define a si mismo como pluricultural que alberga todas y cada una de las religiones que existe... eso sí, debes ser algo, debes pertenecer a uno de los grupos religiosos no se puede simplemente ser nada, no creer en nada o pasar de aquello en los que otros puedan creer. Se acepta antes el ateismo, al que entienden como una forma de religión contra la que se puede argumentar y discutir que el indiferente que piensa que no hay nada de eso y que le da igual si existe o no, pues nada cambiaría por el hecho de que exista o no.
Más curioso resulta después la mercantilización de la religión. Recientemente descubrí que en USA tenían un interesante debate sobre el hecho de que tienen en muchos edificios oficiales unos monumentos con los diez mandamientos que se podía interpretar como una injerencia de la religión en los asuntos civiles. Al margen de que dicha injerencia es evidente sin necesidad de tener un monumento que lo publicite... estos monumentos eran precisamente eso... publicidad... sí, sí, pero no de la religión como tal, sino de una Película... “Los diez mandamientos”, y de ahí que cuando salió esa pelicula, Cecil B. DeMille regaló esos monumentos...
Pero... ¿de donde vienen los 10 mandamientos? ¿Porqué lo son para casi todas las religiones?
Bueno, la segunda pregunta tiene una respuesta fácil, todas las religiones nacen un día determinado como respuesta, rectificación o cabreo frente a otra religión que ya existiera. Supongo que en tiempos del antiguo Egipto, entre tantas dioses dedicados a tantas cosas, alguien parió la primera simplificación y decidió pegarle el primer hachazo a la parafernalia creada con tantos sacerdotes viviendo del cuento, ya que los servidores de Horus, Thot, Queb. Hathor, Ibis, Osiris y otros tantos tenían que recibir los tributos correspondientes y habría sido significativamente más económico no tener tantos templos y ahorrar en curas. Abraham no debió triunfar en su empeño pero generó un número indeterminado de seguidores que pasados los años reescribirian su historia contando lo que les cuadraba más con lo que querían hacer, que vete a saber que era lo que pretendían, de hecho el pueblo de Israel como tal nace de uno de los nietos de ese Abraham por lo que el fundador de las tres principales religiones monoteistas en vigor 4000 años despues de su muerte no creo que llegara a saber en lo que se iba a convertir.
Ese Dios no debió afectar mucho a los Dioses existentes pero al mismo tiempo que nacía ese dios único, parte del conocimiento del antiguo Egipto migró a la Grecia Clásica, y con ello sus dioses. Como las inquietudes eran similares, los dioses también lo eran y así surgieron Zeus, Hera, Hermes, Atenea, Apolo... y Hades (siniestro hermano del primero).
Nuevamente, y con los dioses egipcios en plena decadencia, uno de aquellos a los que le llegó la historia de Abraham, lo volvió a intentar... y volvió a reinventar su propia religión, esta vez partiendo de un par de piedras en las que se grabaron los mandamientos que Diós grabó en lo alto de la montaña... con el tiempo reescribieron la historia diciendo que al bajar se encontró que la gente se había puesto a adorar al becerro de oro y que enfadado las rompió y tuvo que volver a subir para conseguir una copia... pero en realidad lo que pasó es que no les debió gustar demasiado y tuvo que volver a subir para rehacer alguna de las normas... ya se sabe... legislar es bastante difícil y cuando se alcanza un acuerdo que satisface a todas las partes, la norma no sirve para nada.
En cualquier caso se había iniciado la costumbre de dejar por escrito las normas que servían de guia para aquella incipiente religión. Más tarde, otros iluminados cogerían dichas normas y crearían otras religiones a las que dotarían de solera con el simple artificio de decir que la religión anterior es parte de la nueva, cogiendo sus mismos símbolos, fechas y normas y adecuándolos a las nuevas circunstancias.
Los libros de base son los mismos pero al final solo lo son en el nombre pues su contenido debió inspirar a George Orwell en su rebelión en la granja pues aquellos mandamientos son sistemáticamente manipulados para orientarlos a servicio de los cerdos que sí sabían leer a diferencia de la mayoría de sus seguidores.
A diferencia de lo que ocurre con la ciencia, en religión, las cosas escritas tienen más autenticidad cuanto más tiempo llevan escritas. En el momento de escribirlas podrían haber sido simples cuentos para niños, pero traducción tras traducción, transcripción tras transcripción, cada mano añadió lo que le vino en gana y cambió lo que no le gustaba. Esos cambios, con el tiempo ganaron solera y tantas generaciones de sacerdotes viviendo nuevamente del cuento se encargaron de difundir que aquello tan antiguo tenía que ser cierto por antiguo que no por cierto.
La mención a los mandamientos se produce en la biblia en Exodo y Deuteronomio como paso previo a lo que figura en el coran o en el nuevo testamento y es interesante ver que la compilación resultante de antiguo y nuevo testamento reune en un mismo libro dos versiones distintas de los mismos mandamientos. La primeras, más antiguas pero ya dispares, y las últimas, interpretaciones de las primeras pero que ahora mismo tienen la antigüedad suficiente para convertirse en las autenticas por aquello de la solera.
Curiosamente, ninguna de las piedras originales se custodia en ningún lugar por lo que es dificil saber, como con los mandamientos de la granja, que es lo que en realidad ponía en esas supuestas tablas divinas.
Lo gracioso es la discusión que hay sobre que es lo que ponía en cada tabla, y resulta que cada iluminado dice lo que le pasa por la cabeza... que si habían cinco en cada tabla (esto lo decía un tal Filón unos 20 años antes del nacimiento del cristianismo), que si tres y siete... (según San Agustín, 400 años después del mismo suceso... que no debía ser un genio de la lógica y las matemáticas) o si eran dos copias identicas (origen de los raid de los computadores modernos... si se rompe uno siempre queda el otro... a mi, particularmente, me gusta más esta última teoría).
Así que sin saber muy bien cuantos mandamientos había en cada tabla... si que saben exactamente que es lo que ponía... y no es exactamente lo que el mismo puñetero libro cuenta en sus primeros libros... total... ¿quien los va a leer?... entonces no creo que hubieran muchos que supieran leerlo del idioma en el que estuviera escrito, fuera el que fuera.
Claro que entonces no habían muchos que supieran leerlo, pero ya a Enrique VIII le tocaron las pelotas con aquello de no darle la nulidad en virtud de una norma que pocos podían leer y decidió sumarse al carro de los que lo habian traducido e interpretado y ordenó traducirlo al ingles de entonces para llegar a la conclusión de que todo era una farsa pero que era más fácil modelarla que destruirla... y nació otra religión...
Ahora, despues de todos los cambios que han introducido a la biblia, siguen debiendo confiar en que no leemos mucho porque las incongruencias no las han eliminado. De no hacerse ninguna escultura ni imagen de lo que hay arriba... derivamos a no tomarás el nombre de diós en vano... (judios y musulmantes siguen al pie de la letra lo de no hacer imagenes de dios... pero claro, si en el cristianismo hubieran hecho lo mismo, el negocio de las estampitas, la imaginería, los cricifijos y los frescos en las bóvedas de las iglesias no habría sido el mismo).
Sin embargo el que más me llama la atención es el último, ese que nos ha llegado a través de catecismos y confirmaciones con lo de no codiciaras los bienes ajenos, está originalmente escrito como “No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás su casa, su campo, su esclavo, su esclava, su buey, su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca. “
No habla de quitar nada... sino de desearlo... tela... porque ahora resulta que la revista “el mueble” debería ser quemada en la hoguera porque ver esas mansiones solo hacen que incitar a desear tener (codiciar) una casa como la que sale en la foto... el buey es el trabajo... así que no pretendas cambiar de trabajo a uno como el que tiene el vecino... ni un coche (asno) como el que sale en el anuncio... vamos... que ese mandamiento es una fabrica de futuros pecadores que deberán pagar un tributo para que dichos pecados sean perdonados.
En fin... sigo otro día que hoy ya me he pasado... si alguien ha leído hasta aquí le felicito.
Aún me queda pendiente la versión de los mandamientos del no elegido... porque las religiones no hay que destruirlas... solo hay que reinventarlas, como hicieron aquellos que decían que Dios tenia forma de albóndiga de espaguetis... (ahora... que vengan los creyentes y que demuestren que no existe... lo tienen chungo... porque como con el del la secta... es cuestión de fe, y ya veremos en que queda el pastafarismo dentro de 4000 años...)
(las fuentes... ayer vi un documental sobre los 10 mandamientos y algo de wiki... que tampoco estoy tan puesto en sectas, de todos modos si alguien no le convence lo que digo... que espere otros 4000 años... igual para entonces ya hay quien se forre a cuenta de lo que diga).